sábado, 29 de mayo de 2010
ORGULLO PUMA
Sí, el equipo de Ledesma, Scelzo y Canale, jugó su onceava final desde 1936 y venció al Perpignan (con quien había perdido la última final) 19 a 6 para gritar campeón. El Stade de France de París fue testigo del primer titulo del equipo amarillo, el fin de una maldición y el llanto de sus hombres.
Diez finales perdidas. Diez oportunidades de consagrarse en lo más alto del rugby francés. Diez chances de hacer historia y ser el number one en el deporte de los machos que lloran. Diez y sólo diez. Porque Clermont, después de mucho tiempo, se coronó campeón en Francia.
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